viernes, 3 de julio de 2015
La sedentaria vida de los hipopótamos
Los hipopótamos son unos animales fascinantes a los que les encanta el agua, por este motivo en la antigua Grecia se les conocía como caballos marinos. Los hipopótamos pueden pasar una gran cantidad de tiempo sumergidos en el agua para mantener su cuerpo fresco y protegido de los rayos solares. Estos animales se encuentran muy cómodos dentro del agua y son muy buenos nadadores. Un hipopótamo puede sumergirse totalmente en el agua y aguantar hasta cinco minutos. Los ojos y la nariz de los hipopótamos se encuentran en la parte superior de la cabeza, esto les permite ver y y respirar mientras mantienen su enorme cuerpo sumergido y protegido en el agua.
También es muy común ver a los hipopótamos descansando en la orillla y segregando una sustancia roja y aceitosa que parece sangre. Sin embargo, esta sustancia es, en realidad, un protector solar que protege su piel del sol y los gérmenes.
Por la tarde estos animales abandonan el agua y se dedican a pastar. Los hipopótamos pueden caminar unos detrás de otros hasta 10 kilómetros durante la noche, consumiendo unos 35 kilos de materia vegetal. Si tenemos en cuenta su gran tamaño, no consumen tanto en comparación con otros animales como los elefantes. Los hipopótamos pueden llegar a correr a la misma velocidad que un humano si se sienten amenazados para sumergirse de nuevo en el agua y permanecer allí protegidos.
Las crías de estos animales tienen un peso que ronda los 45 kg y son amamantadas tanto en la tierra como en el agua. Las hembras de hipopótamo no suelen tener varias crías, normalmente tienen una sola cría. Después del nacimiento de la cría, madre e hijo se unen al grupo, que les protegerá de todas las amenazas.
En la actualidad, los hipopótamos viven en las zonas orientales y en el sur de África, donde están comenzando a desaparecer.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario